En 1771 se publicó en Francia un libro de viajes que por sus características -la seriedad y documentación con que describía su aventura en culturas exóticas- tuvo un éxito más que notable para la época, y fue leído tanto por los espíritus científicos como por el lector común no especializado.
El autor era Louis-Antoine de Bougainville, matemático, marino, abogado y esencialmente aventurero, y descripciones como por ejemplo la que hizo de su travesía por Tahití ("Me vi transportado al jardín del Edén; recorrimos una extensión de hierba, cubierta de hermosos árboles frutales y atravesada por pequeños riachuelos, que mantenían un frescor delicioso, sin ninguno de los inconvenientes que comporta la humedad. Una multitud que gozaba de los tesoros que le ofrecía la naturaleza. Encontramos grupos de hombres y mujeres sentados a la sombra de los vergeles: todos nos saludamos con amistad; por todas partes vimos reinar la hospitalidad, el reposo. Una dulce alegría, todas las apariencias de la felicidad") inspiraron a personajes tan importantes como el filósofo y enciclopedista Diderot, que incluso escribió un "Suplemento al Viaje de Bougainville".