Curación implica la desaparición de la causa de la dolencia, normalmente por una acción externa de la persona, como por ejemplo la toma de un antibiótico. Sanación puede implicar o no la desaparición de la causa externa de la dolencia, pero lo que sí desaparece son sus efectos, pudiendo llegar a ser asintomático/a de dicha dolencia. Suele ser el resultado combinado de una acción externa con otra interna, como por ejemplo la intervención quirúrgica y el cambio de hábitos de vida: en la alimentación, en la forma de enfocar las situaciones personales, etc.
Desde una visión holística del ser humano, en el que no sólo interviene el aspecto físico, sino también el mental, el espiritual y el emocional, un proceso de sanación, ha de ser global, puesto que está demostrada la íntima interconexión de los distintos aspectos antes mencionados. La solución no solo ha de venir de fuera, sino que también hay que buscarla dentro de uno mismo.
Tal como la Dra. Eva Juan manifiesta en su magnífico prólogo, el proceso de sanación de la autora, Roser Sáez, diagnosticada de Síndrome de Fatiga Crónica n-III, es el resultado de un lento, pero imparable proceso de búsqueda para llegar a las raíces de lo que motivó su enfermedad y superar, satisfactoriamente, los efectos de la misma.
En este sentido, el contenido de este libro no ha de tomarse como un manual para seguir a rajatabla, que pueda crear falsas expectativas entre lectores afectados por graves dolencias invalidantes, sino como fuente de inspiración de cómo actuar, para quién no se conforma con la irreversibilidad de su situación y está decidido a superarla.