El presente volumen constituye un documento humano excepcional: a los 84 años, cuando era ya "una ruina física", según sus propias palabras, Henry Miller conoció a la actriz Brenda Venus y vivió con ella, en el lustro final de su vida, su última historia de amor, que Lawrence Durrell, prologuista del libro, describe como "una maravillosa euforia de amistad amorosa".