La calle de Valverde refleja el ambiente de la España anterior a la República. Max Aub había descrito vigorosamente –en Campo abierto, Campo cerrado y Campo de sangre– la vicisitudes de las luchas por mantener en la Península las normas democráticas y el predominio de un Estado que no desvirtuaba, a pesar de las diferencias entre los distintos dirigentes, la misión de gobernar en bien de las mayorías. Ahora, el autor pone ante nuestros ojos una época donde aquellas ideas lograban su inicial realización cuando los jóvenes practicaban el entusiasmo en todos los órdenes, lo mismo en lo artístico que en lo político. Aprovechando sus experiencias personales, Max Aub dibuja el panorama de una generación que no sólo tenía fe ante la adversidad de su pueblo sino que guardaba la esperanza de contribuir a contrarrestarla con el nacimiento de la República.