Maria no es una heroina mitológica, ni tampoco una mujer singular: su existencia es común , como muchas otras. El día en que se encuentra perdida y sola delante a un monstruo devorador de vidas humanas, no dispone de armas, ní valor, ní fuerzas, pero como Teseo se enfrenta al Minotauro, teniendo por mano un hijo que la lleva más allá de las paredes del laberinto en el que está atrapada.