De todos modos, dijo, me alegro de haber pasado esta noche contigo. El se echó a reír. Nunca encuentras a alguien que te gusta completamente desagradable o poco interesante, ¿verdad? Hizo un puchero con una sonrisa y pensó. Yo también soy feliz, susurró. Había vuelto a encontrar su voz de alcoba. ¿Por qué estás feliz? dijo, encantada por la voz. Pff, dijo, sus manos explicando que no sabíamos. Es así y no hay nada que podamos hacer al respecto, dijo. Ella se deleitó con esta conversación, que fue a la vez sincera y tendenciosa. ¿Con qué frecuencia te ha pasado esto? ella preguntó. ¿Tal afinidad? él ríe. Ella asintió con la cabeza, esa era la pregunta. Nunca, dijo con firmeza