Diferentes historias de cuatro personajes que han formado un extraño e incomparable Club, unidos por el vínculo común de sus maltrechas reputaciones. Los cuatro relatos siguen el mismo esquema: se ha cometido un crimen y la dificultad de la investigación no será tanto descubrir al culpable, cuestión nada sencilla, como averiguar cuál ha sido su móvil. Pero "El asesino moderado", "El charlatán honrado", "El ladrón absorto" y "El traidor leal" han cometido sus crímenes con el único propósito de evitar un crimen aún peor. Legalmente son culpables, pero moralmente podrían ser inocentes. Chesterton se mueve en el campo resbaladizo de la paradoja, un terreno que conoce y domina a la perfección.